DIARIO DEL ORÁCULO DE DELFOS XIV

Palma de Mallorca, 3 de junio 2017

Mis amados lectores, prosigo este diario comentándoles cómo va la novela filosófica que en estos momentos estoy escribiendo y que titula “La Piedra o la muerte de la filosofía”. Ya voy por el capítulo 26, unas 150 páginas. Quería llegar hasta 200, pero me doy cuenta que el libro se me va a alargar muchísimo más pues son tales las cantidades de ideas que me vienen a la cabeza que no puedo desistir del empeño de domeñarlas todas y llevarlas a la pantalla de mi ordenador. La novela trata -mediante la acción de dos protagonistas que son primos: Andrea Arnao y yo mismo, hecho real- de demoler toda una historia de la filosofía. Para ello hago uso de la acción novelesca, del diálogo, de lo narrativo para exponer la filosofía como un linóleum de búsqueda y de averiguación o de asalto y de perplejidad en donde la duda preconiza toda base ontológica o metafísica. Es mi intención abordar los grandes temas filosóficos para desmontarlos uno a uno hasta arribar a ese puerto griego o nietzscheano en donde la muerte de la filosofía llegará cuando nos adentremos dentro del mundo de la posciencia, de la trasmodernidad, del homo tecnologhicus, en definitiva, de un mundo cubierto por las brumas del nuevo hombre, un hombre que provendrá de la inteligencia artificial, de la nanotecnología, de la genética, de la nueva física, de las matemáticas, de la computación, del cyborg, de la astronomía, en definitiva, de la respuesta definitiva y ya para siempre sobre esa pregunta que durante tantos milenios se ha hecho el hombre primitivo y moderno en relación con la filosofía.

No sé si estoy siendo original, pero me veo abocado a destruir toda filosofía que ahora sirve sólo como juego, como jovialidad, como un coito interruptus en donde la verdad, el ser o la virtud sólo son entes que durante hace ya tanto tiempo han tratado de ser descifrados por los hombres sabios -a los cuales en la novela aborrezco- sin ofrecer un atisbo de soluciones pragmáticas.

Toda filosofía no es sino un grito en medio del océano donde el naufragio nos conduce a la muerte del último hombre. ¿Cuándo llegará el nuevo hombre? Eso es lo que trato de averiguar en ésta mi Piedra.

Emilio Arnao. 

Comentarios

Entradas populares